martes, 7 de febrero de 2017

Partidos Políticos El discurso



La Historia nos enseña dos cosas:
que jamás los poderosos coincidieron con los mejores,

y que jamás la política fue tejida por los políticos.

Camilo José Cela (1916-2002) Escritor español.



Las guerras, los conflictos, todo es negocio.

Los números santifican,

si matas a unos pocos eres un criminal,

si asesinas a miles, eres un héroe.

Charles Chaplin en Monsieur Verdoux, 1947

El golpe más fuerte recibido por la humanidad fue la llegada del cristianismo. El bolchevismo es el hijo ilegítimo del cristianismo y ambos son invención de los judíos, dijo en uno de sus discursos Adolf Hitler ante las masas que lo aclamaban en aquellos años de la ferocidad de la segunda guerra mundial.

A través del tiempo hemos sabido que Hitler ha sido el único hombre capaz de encarcelar a un Rostchild –para regocijo de los conspiranóicos– y perseguir a quienes hoy dominan el mundo económicamente: Los Judíos. No, Adolf Hitler no fue el primer antisemita de la historia y la historia del anti semitismo se inicia con el ascenso del cristianismo en el mundo, por ahí del año 325 gracias a Constantino el grande y que les dio a los cristianos el poder de la fe sobre la razón.

Esa fue la primera etapa del dominio global; el cristianismo se extendió tanto que hoy se cae a pedazos. Pero hubo quienes aprovecharon todo lo que cimentó esta religión en beneficio personal. Hitler fue sólo uno de los muchos que buscan lo que la mayoría ha pedido: Vivir bien.

Los discursos nacionalistas de Hitler nos recuerdan mucho los discursos de Trump hoy en día, sacar a “la escoria” de su país, fomentar el odio contra los mexicanos, hacer que las empresas inviertan en suelo nacional, crear fuentes de empleo para los connacionales, una verdadera Oda nacionalista…

Como nacionalista es el discurso de Andrés Manuel López Obrador: Crear fuentes de empleo, que las empresas inviertan en suelo nacional, comprar los productos en los mercados, correr a las empresas extranjeras… 

Pero hay cosas que, en apariencia, no cuadran con estos discursos, caso México, el aumento a la gasolina que ha provocado muchas protestas y que, gracias a las redes sociales, no ha desbocado en lo que se conoce como Teoría del Pánico (Usada con Mussolini, Hitler, Mao entre otros y recientemente en Medio Oriente) y con ello, en una represión a gran escala de la ciudadanía.

¿Qué pasa con el precio de las gasolinas en México? ¿Un país productor que no tiene combustibles? No, eso jamás…

Keynes fue un economista inglés que impuso una nueva forma de pensar la economía capitalista instaurando un marco teórico que traería aparejadas renovadas políticas. El planteamiento general que hizo en materia económica es que se debía incrementar el Gasto público en los períodos de Recesión -haciendo que el Estado incurriera en un Déficit– para generar Demanda adicional que estimulara la Inversión y disminuyera el Desempleo. De esta forma, Keynes confiaba en que el gobierno podía moderar y hasta eliminar los ciclos económicos interviniendo en la economía.

Fue dentro de éste contexto que, un presidente mexicano soltó la famosa frase de: “tendremos que aprender a administrar la abundancia”, basándose en los altos costos del petróleo –que dicho sea de paso, se dejó de vender a la Alemania nazi gracias a que los Estados Unidos de Norteamérica nos hundieron dos petroleros en los albores de la segunda guerra mundial- y en la gran producción del mismo en nuestro país. 

Pero resulta que Trump viene con un esquema diferente, uno que se basa en la reducción de consumos de energía, uno que se basa en el ahorro para el crecimiento, nada que ver con Keynes, sino en un modelo que no estaba contemplado por los más famosos miembros del partido republicano, Bush, por ejemplo, que utilizó la guerra para generar riquezas y mover la economía, por mencionar sólo uno.

La confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres, escribió acertadamente Borges alguna vez y lo que está sucediendo a nivel global es obra de los hombres, por fortuna, las herramientas que tiene el hombre a su alcance, impiden que esto se desarrolle en favor de unos cuantos.

Cuando Trump Visita México estando en campaña, hizo una seria amenaza: Los mexicanos van a construir y pagar el muro. Ya se ha puesto el primer ladrillo con el aumento a la gasolina y el segundo, con el regreso de Luis Videgaray y con ello, una gran disminución en la extracción y peor aún, en la exploración y refinación de productos derivados del petróleo que, aunado a que la OPEP busca elevar los costos de hidrocarburos para reducir consumo y aumentar ingresos, forman parte del maravilloso plan de Donald Trump para acelerar la economía, por lo menos la de USA. 

Mientras que en México, ante la amenaza que representa el partido nacionalista por gobernar (Entiéndase PAN en alianza con el PRD) buscan acelerar una fuerte atracción sobre el nacionalista López Obrador, un político que viene con todas las mañas del otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus grandes discursos que en los 70’s (Apogeo de Keynes y su teoría de la generación de riqueza a costa del sacrificio) crearon gran admiración entre los simpatizantes y lo mantuvieron en el poder.

En Veracruz tenemos a un priista de esa época, un priista convencido de que la mejor manera de gobernar es usando la mano dura, extendiendo el poder del Estado hacia todos los rincones, hacia todas las esferas, hacia todos los oídos y cerebros que entiendan que la única manera de salvar a la entidad del desastre financiero es aplicando el rigor del ahorro, en una rara mezcla entre la teoría de Keynes y la idea de Trump de aumentar precios para evitar despilfarros.

Así, el día de Reyes llega a una entidad golpeada económicamente por la globalidad y el saqueo desmedido de dos ex gobernantes que dejaron al Estado en la banca rota, de cara a un gobierno federal sumiso ante la presencia de un rubio con la clara intención de apropiarse de las riquezas de sus vecinos, supuestamente inferiores y de color oscuro, pero sobre todo, con la firme idea de que, como señala Andrés Manuel López Obrador:

“Es muy importante que en momentos como éste, haya mujeres y hombres decididos a luchar por el presente y el futuro de la nación; sobre todo, cuando se trata de prevenir un mal mayor, algo que todavía no sucede pero que de permitirse, agravaría la tragedia económica, política y social de México.”

(Si en lugar de México ponemos USA o Veracruz, estaremos escuchando a Trump o a Yunes Linares y no a obrador, el discurso es nacionalista, es una búsqueda por salvar a un lugar de un desastre financiero que difícilmente se puede evitar si se continúa con la idea de la supervivencia del más apto.) 

Un discurso mesiánico que, si Dios lo permite, todavía nos dará tiempo de ver de qué parte del mundo surge otro monstruo con la imaginación capaz de crear una depresión mayor a la de los 20’s, los 70’s o los 80’s… A favor de unos cuantos, a costa de varios miles de millones.

Carlos Morales Tapia. Periodista Independiente en el Estado de Veracruz.

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