Mostrando las entradas con la etiqueta Andres Manuel López Obrador. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Andres Manuel López Obrador. Mostrar todas las entradas

jueves, 20 de septiembre de 2018

El presidente electo deberá diseñar una política de Estado en materia de igualdad


Gabriela Ramírez

Amalia García, exdirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Patricia Olamendi, promotora de la igualdad entre mujeres y hombres, entregaron un documento al presidente electo Andrés Manuel López Obrador en el que explican la necesidad de diseñar una política de Estado en materia de igualdad y proponen tres áreas fundamentales: autonomía económica, sistema nacional de cuidados y cero impunidad a la violencia contra las mujeres. 

En ese texto, las firmantes señalan que esta política es indispensable para eliminar la discriminación y garantizar los derechos de más de 67 millones de mujeres y niñas en el ámbito público y privado, reducir las brechas de género en el acceso al empleo, educación y salud y asegurar la igualdad de oportunidades. 

La primera área de interés es la de autonomía económica. En ella explican que es indispensable para avanzar en igualdad ya que esto significa que las mujeres cuenten con ingresos propios y con tiempo para estudiar y capacitarse. 

Se explica que actualmente de las más de 46.3 millones de mujeres en edad de trabajar sólo cuatro de cada 10 son económicamente activas. Las mujeres siguen sufriendo discriminación laboral por embarazo y crece su participación en empleos con bajas remuneraciones y escasas prestaciones. El 28 por ciento de las mujeres ocupadas tienen ingresos entre uno y dos salarios mínimos, es decir 88 pesos diarios. (4,6 dólares). 

Para revertir esta situación, las firmantes proponen: un programa emergente de empleo digno, capacitación y certificación de competencias laborales. Que se destine el 10 por ciento de las plazas en la administración pública para mujeres. Sanción a agresores que cometen hostigamiento y acoso sexual en contra de las mujeres. Estímulos a empresas que contraten mujeres. Elevar sanciones a centros de trabajo que discriminen a las mujeres, desarrollar nuevas modalidades de empleo (a distancia, medio tiempo, etc.) y destinar el 20 por ciento de créditos de vivienda a mujeres. 

En el área de Sistema Nacional de Cuidado explican al próximo presidente que las mujeres dedican 73 de cada 100 horas al trabajo no remunerado y 27 horas al trabajo remunerado. "Esto hace imposible compaginar trabajo remunerado, atención a la familia, desarrollo profesional e incluso cuidado a la salud". 

Por ello abogan por reconocer los derechos de las personas cuidadoras; compaginar horarios laborales y escolares; impulsar escuelas de tiempo completo que incluyan alimentos, transporte, servicio médico y psicológico; realizar un censo de niñas y niños víctimas del crimen organizado o que sus madre/padre se encuentren en prisión para brindarles atención inmediata; centros de cuidados para niñas y niños de madres trabajadoras con horarios vespertinos o nocturnos; centro de artes y de innovación tecnológica para adolescentes; centros de cuidado para personas adultas mayores; apoyos para madres con hijos/as con discapacidad, y reformas a la legislación en materia de guarderías para ampliar horarios, coberturas y servicios y reconocer los derechos de las trabajadoras asalariadas de hogar. 

En cuanto a la propuesta de cero impunidad a la violencia contra las mujeres y las niñas y el acceso a la justicia señalan que siete de cada 10 mujeres en México han sufrido algún tipo de violencia, además 12 de cada 100 niñas son madres antes de los 15 años; desde el año 2000 han ocurrido 23.763 muertes violentas de mujeres, 7.000 mujeres siguen desaparecidas y más de 60.000 denuncias de violencia familiar han sido archivadas. 

Para este rubro llaman a reconocer el derecho de las mujeres a que se respete su vida y su integridad; que el derecho a la vida de ellas sea protegido de prácticas sociales y culturales que lo vulneren y que incluya protegerlas de los efectos de la pobreza. 

Además, demandan homologar la legislación para sancionar todas las formas de violencia contra las mujeres; sancionar toda apología de la violencia; establecer como delitos graves la violencia familiar y sexual; crear unidades de investigación y seguimiento de medidas de protección en policía federal y fiscalías especializadas en violencia de género. 

Asimismo, proponen la creación de un sistema de alerta para mujeres desaparecidas, establecer juzgados especiales en violencia de género; apoyos para la instalación de refugios y la revisión de los modelos de atención de los centros de justicia. 

También solicitan seguro contra violencia que incluya apoyo temporal de vivienda y empleo; fondo de reparación de daño a hijos e hijas de madres víctimas de feminicidio; creación de una plataforma de revisión para casos de mujeres víctimas de abusos sexuales y violaciones; y establecer mecanismos de visitaduría encargados de garantizar que los procesos penales contra mujeres cumplan con principios de inmediatez, imparcialidad, legalidad, igualdad y publicidad.

viernes, 13 de abril de 2018

México en clave electoral


El próximo 1 de julio se definirá el nuevo presidente de México en sustitución de Enrique Peña Nieto. Con el arranque oficial de las campañas electorales el pasado 30 de marzo, se confirma el fin de las ideologías políticas en esta contienda en particular: las alianzas y componendas para hacerse de las candidaturas pone en evidencia al sistema político mismo.
Cuatro candidatos se discutirán la primera magistratura, y de paso tratarán de concentrar los favores del electorado durante estos tres meses: el oficialista José Antonio Meade Kuribreña, Ricardo Anaya Cortés, Andrés Manuel López Obrador y la independiente Margarita Zavala Gómez. Entre estas opciones deberán elegir cerca de 90 millones de votantes según datos oficiales del Instituto Nacional Electoral.

Se elegirán además 9 gubernaturas, incluyendo la Ciudad de México, así como 500 diputados y 128 senadores a nivel nacional. A su vez, 30 entidades del país tendrán elecciones para Congresos y Presidencias Municipales. Todo esto convierte a la elección de 2018 en la más cara de la historia mexicana. De paso, más de 12 millones de jóvenes de entre 18 y 23 años votarán por primera vez.

A estas alturas del partido, si bien ya las encuestas no aseguran nada, pareciera que Andrés Manuel López Obrador hará realidad el dicho de que a la tercera va la vencida. Proveniente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en sus inicios (hoy el partido oficialista), pasó al Partido de la Revolución Democrática (PRD) por el cual llegó a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México entre 2000 y 2005.

Originario de Tabasco, López Obrador o AMLO como se le conoce en México por las iniciales de su nombre, se presentó a las elecciones de 2006 y en un resultado dudoso perdió frente a Felipe Calderón. Nuevamente contendió en 2012, esta vez por el partido Movimiento Ciudadano, elección que hizo regresar al PRI de la mano de Enrique Peña Nieto.

Al no encontrar instancias partidistas que reflejaran sus verdaderos ideales, AMLO fundó el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) con el cual, de realizarse las elecciones hoy y según las encuestas, López Obrador sería electo presidente de la República con poco más del 40 por ciento de los votos, casi 15 puntos por encima de su más cercano rival y con 79% de probabilidades de que esto ocurra.

Atacado además por las élites económicas y los medios, el proceso electoral pareciera ser un “todos contra AMLO”. Los demás candidatos siguen en buena medida la agenda que marca Obrador, y en lugar de centrarse en sus propuestas dedican tiempo y energías a rebatirle. Lo han atacado con todo: aseguran que, de ganar la presidencia, México se convertiría en Venezuela (nótese el empleo faccioso de la situación reinante en aquel país) o lo asocian al autoritarismo y al centralismo.

Obrador llega con algunos cuestionamientos importantes, entre ellos el haberse aliado con el Partido Encuentro Social, considerada como una agrupación ubicada muy a la derecha del espectro político y extremadamente conservadora en temas importantes como el matrimonio igualitario y la familia. Asimismo, no pocos le critican la incorporación de personajes de dudosa trayectoria tanto a su equipo de campaña como a las candidaturas a gobernadores y alcaldes.

Lo cierto es que sus propuestas calan en una sociedad hastiada de la política, cada vez menos confiada de sus autoridades y muy preocupada por los temas de inseguridad, corrupción y crimen organizado. Si bien los problemas de México no son electorales, sino estructurales y sistémicos, López Obrador encarna la esperanza de una parte de los mexicanos de introducir importantes reformas que permitan avanzar en los temas más importantes, aunque queda claro que un sexenio no alcanza para resolverlo todo.

Ricardo Anaya al segundo

Relegado a un segundo lugar se encuentra Ricardo Anaya Cortés, el más joven de los contendientes y el menos experimentado en la arena pública. Candidato por el Partido de Acción Nacional (PAN) en alianza con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano, su ascenso hasta convertirse en la propuesta de la coalición estuvo plagado de jugarretas.

En un golpe interno, destronó a Margarita Zavala al establecer a sus espaldas una alianza con los otros dos partidos, a la vez que debilitó al sector que la apoyaba. Con una breve historia, en comparación con el resto de los candidatos, Anaya se convirtió en presidente del PAN en 2014, luego de haber fungido como Diputado Federal al Congreso de la Unión. Justo en ese período apoyó la reforma energética impulsada por Enrique Peña Nieto, la misma que permitió la inversión privada en el sector petrolífero mexicano con el subsecuente aumento del precio de la gasolina hasta niveles insostenibles.

Instruido y carismático, así se presenta como candidato. Habla inglés y francés, con fuertes vínculos en los Estados Unidos y dispuesto a lo que sea necesario para hacerse con la presidencia de la República. Sin embargo, tampoco la ha tenido fácil. Durante la precampaña el candidato oficialista (y por ende el PRI) se ha enfrascado en destruirlo políticamente. Ambos, tanto Anaya como Meade, tienen una pugna particular para ver quién llega en segundo lugar al 1 de julio próximo para poder tener un cara a cara con López Obrador.

En esta guerra sin cuartel, ha sido acusado de lavado de dinero en el proceso de compra de una nave industrial. La Fiscalía mexicana, ni corta ni perezosa, mostró una celeridad poco habitual en un país donde más del 90% de los crímenes quedan sin ser investigados, y abrió un proceso en contra del candidato. En los vaivenes del caso, Anaya acusa al PRI de uso político de las instituciones y ha asegurado que de llegar a la presidencia de la República metería a la cárcel a Peña Nieto.

Más priísta que el PRI

Quien no la tiene nada fácil es José Antonio Meade (léase Mid). Por primera vez el PRI (partido de gobierno) ha apostado por un candidato que no pertenece a esta formación. Con una larga trayectoria, fue Secretario en la presidencia de Felipe Calderón y lo continuó siendo bajo el gobierno de Peña Nieto. Ha ocupado las carteras de Energía, Hacienda, Desarrollo Social y Relaciones Exteriores.

El desprestigio del PRI ha llegado a tal punto que ha puesto en Meade todas sus esperanzas para no abandonar Los Pinos (la sede del ejecutivo). Esto enfrenta al candidato a una doble carga que le ha pasado factura: por una parte debe mostrarse como un sentido priísta para ganarse el voto duro de quienes no abandonan al Partido a pesar de haber llevado al país a los mayores índices de violencia y corrupción en su historia, y de paso asegurarse el apoyo de los grandes y poderosos al interior del PRI; por la otra debe presentarse lo más alejado posible de la agrupación política y en especial de Peña Nieto, quien cuenta con los niveles más bajos de aprobación en la historia mexicana.

Ni lo uno ni lo otro, el juego a dos bandos ha hundido a José Antonio Meade a un tercer puesto y según las encuestas, no parece moverse de ahí. Por el contrario, en lugar de ganar terreno lo pierde frente a Anaya y AMLO. Poco carismático, dado a los tecnicismos y rodeado de un equipo con capacidades cuestionables, Meade es percibido por buena parte de los votantes como un títere y una persona débil y enferma (padece de vitíligo) poco capaz de conectar con un electorado dispuesto a sacar de poder a todo aquello que huela a PRI.

Zavala como independiente

Por primera vez, la boleta electoral contiene el nombre de un candidato independiente, aunque la verdad no es tal. Margarita Zavala optó por presentarse sin partido luego de que en el rejuego político fuera apartada por Ricardo Anaya. Con el apoyo de su esposo y expresidente Felipe Calderón, reunió el millón de firmas que la avalara frente al Instituto Nacional Electoral. En este proceso fue la única a la cual no detectaron rúbricas falsas. Ya otros dos candidatos que lograron reunir la cifra fijada por el INE fueron negados por incumplir las normas establecidas.

Tildada por los medios como “la Calderona”, Zavala apuesta por concentrar el voto anti PRI y anti López Obrador para hacerse con la presidencia de la República. Cuestionada por sus posiciones frente a la inseguridad y los temas de matrimonio igualitario, el aborto y otros asuntos sensibles, se posiciona en un cuarto puesto, donde ha mostrado una ligera tendencia al alza según las más recientes encuestas.

Sin embargo, el electorado la asocia a la política de mano dura que llevó a cabo su esposo entre 2006 y 2012 en la llamada guerra contra las drogas, que llenó al país de muertos y profundizó la inseguridad y la presencia de crimen organizado en buena parte de México.

Lo cierto es que, en este proceso electoral, su candidatura es prácticamente inexistente, tanto como sus propuestas. Los medios apenas cubren su agenda y cuando lo hacen es para ridiculizarla.

Dos modelos para México

América Latina estará atenta a lo que suceda el próximo 1 de julio, y también los Estados Unidos. El electorado tendrá que escoger entre dos modelos muy claros: el continuismo (ya sean Anaya, Meade o Zavala) o la apuesta por otra visión, la que presenta Andrés Manuel López Obrador.

El candidato de izquierda ha dicho que será su última campaña y se le ve muy confiado en llegar a Los Pinos. Desde allí promete moralizar la vida pública, reformar las instituciones del gobierno y descentralizar la gestión. Los demás candidatos se centran en temas vagos o deciden atacar a AMLO allí donde encuentran la grieta.

Gane quien gane, tendrá sobre sus hombros la responsabilidad de negociar con el país vecino el Tratado de Libre Comercio, hacer frente a las imposiciones de Donald Trump quien pretende cargar a la cuenta de los mexicanos el muro fronterizo y enfrentar los grandes temas: la inseguridad, la corrupción y la violencia que azotan a este país.

El show electoral ha comenzado y habrá que estar muy atentos a lo que suceda en esta parte del continente, por las repercusiones que esto pueda tener para la configuración geopolítica de la región.

Eduardo Pérez Otaño es Licenciado en Comunicación Social por la Universidad de La Habana y Maestrante en Comunicación por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.

México-Estados Unidos

Trump se mete en la campaña electoral mexicana

Gerardo Villagrán del Corral

Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia y favorito para ganar la presidencia de México, comenzó su tercera campaña presidencial exigiendo respeto con el compromiso de acabar con la corrupción, la impunidad y defender al país. México ni su pueblo van a ser piñata de ningún gobierno extranjero, aseguró, al referirse a las últimas amenazas del presidente estadounidense Donald Trump.
El candidato inició el domingo su campaña cerca de la frontera con Estados Unidos, exigiendo respeto al presidente Donald Trump, quien ha amenazado con eliminar un acuerdo comercial clave y levantar un muro entre ambos países.

En un tuit enviado el domingo, Trump señaló: México está haciendo casi nada para detener la migración ilegal y se ríe de nuestras tontas leyes de inmigración. Luego advierte: El país vecino debe detener la droga y el flujo de gente, o voy a poner fin a su mina de oro, el NAFTA. ¡Necesitamos el muro!

Pronto, muy pronto, dijo, ninguna amenaza, ningún muro, ninguna actitud prepotente de algún gobierno extranjero podrá impedir que podamos ser mejores y felices en nuestra patria, porque su deseo es convertir a México en una potencia, así como convencer al presidente Donald Trump de su equivocada política de seguridad y en particular de su despectiva actitud contra los mexicanos.

Respecto de la frontera con Estados Unidos, aseguró que la convertirá en una zona libre o franca para promover el desarrollo productivo y tecnológico, así como la creación de empleos, con reducción de impuestos y aumento de salarios.

López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia –que integran Morena, Partido del Trabajo y Encuentro Social–, sigue puntero en las encuestas y el último fin de semana anunció los cambios que realizará desde la Presidencia, si gana el primero de julio.

El Instituto de Mercadotecnia y Opinión (IMO) señaló que si hoy fueran los comicios, López Obrador obtendría el triunfo, con 38.5% del voto de hombres y 29.3% de mujeres, seguido por Ricardo Anaya, con 22.1% del voto de los hombres y 21.4% del apoyo de las mujeres y por José Antonio Meade, con 12.5% del voto masculino y 13.7% del respaldo femenino.

López Obrador dijo que su gobierno dejará de ser una fábrica de nuevos ricos, porque no habrá oportunidad de hacer negocios al amparo del poder, y también que habrá desarrollo de sur a norte con la puesta en práctica de proyectos para retener a la población en sus pueblos.

Señaló que el que lidera es un movimiento amplio, plural, incluyente. Si la izquierda es ser honestos y luchar por los débiles, somos de izquierda. Ahora, si la izquierda es otro tipo de luchas, a lo mejor estrictamente no es un movimiento de izquierda. Pero si luchamos por la igualdad y la honestidad, como hacemos, somos de izquierda.

Y agrega que, a diferencia de lo que piensan otros movimientos de izquierda, y esto tiene que ver con las peculiaridades de cada país, en México la desigualdad la produce la corrupción. La mayor parte de las riquezas se han hecho al amparo del poder público. En la actualidad no hay nada así en el mundo. A ver, ¿qué partido a cuatro años de haberse fundado se coloca en primer lugar? El PRI acaba de cumplir 89 años, el PAN tiene 79 años, Morena tiene cuatro años y está en primer lugar.

Reiteró que suspendería la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México en el lago de Texcoco, para hacer dos pistas en la base aérea de Santa Lucía, en el estado de México, lo que significaría un ahorro de más de 200 mil millones de pesos. Es un barril sin fondo, es tirar el dinero al lago de Texcoco, pues se eligió el peor lugar posible, dado que se trata de un sitio donde hay más hundimientos que en el resto del valle de México, dijo.

Piensan que van a asustar a la gente, que hay inversionistas que se van a espantar porque han vendido bonos. Ante cualquier circunstancia, vamos a garantizar que los que invirtieron no pierdan. Lo mismo en el caso de los contratos, añadió.

López Obrador respondió asimismo a las críticas de organismos empresariales, que han demandado certidumbre: Sostengo que no es un asunto de certidumbre, sino de no tolerar la corrupción. Si la decisión es continuar la obra porque puede generar incertidumbre, entonces vamos a ser todos cómplices de la corrupción, vamos a avalar lo que consideramos que está mal planeado, va a ser mal ejecutado y no va a servir.

Se ha sumado mucha gente al movimiento que encabeza, y señala que los une un proyecto, en algunos asuntos, no en todo. Creo que podemos lograr una reconciliación a partir de acabar con la corrupción. El gran acuerdo es poner por delante la honestidad. Podríamos no coincidir en otras cosas, pero en eso sí.

También est á n de acuerdo en que ya no puede existir esa monstruosa infamia de la desigualdad económica, y en la necesidad de conseguir la paz y que exista un verdadero estado de derecho. Eso es veneno puro para los que se benefician de un estado chueco; no quieren que exista legalidad, señala.

López Obrador señala que la lucha es ver quién está en segundo lugar, para coordinar el apoyo del PRI y el PN para ese candidato e impedir su triunfo, pero tras las peleas en el seno de la derecha un acuerdo por ahora parece inviable, aunque no descartable, como en 2006 y 2012, con la misma estrategia. De todas formas, insiste en que est á atento a otro posible fraude que lo margine, otra vez, de la Presidencia.

Gerardo Villagrán del Corral, antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) 

lunes, 4 de septiembre de 2017

Monreal, Noroña, Icaza y Bejarano deben estar con Morena para ayudarlo junto a AMLO


1. No estoy afiliado a partido alguno ni nunca he votado, pero he ayudado desde que nació, y seguiré impulsando a Morena, porque es la única batalla amplia –junto a las luchas de la CNTE- que vale en estos momentos. Creo que como dice López Obrador “la tercera es la vencida” y sí, parece la última oportunidad de AMLO, pero de ninguna manera para la población que –aunque dure 100 años más- para conservar su vida tendrá la obligación de destruir, extirpar desde la raíz, el capitalismo. Será cuando la gente reflexione preguntándose: “¿Por qué he sido tan idiota de permitir que mis hijos y mis nietos hayan vivido en esa salvaje sociedad de la opresión y la desigualdad, cuando pude ayudar a destruirla? 
2. Pienso que Morena debe barrer a PRI, PAN, PRD en julio de 2018 y comenzar a construir una sociedad NO capitalista. Que NO lleve a todos los multimillonarios explotadores al paredón o a la cárcel; pero que los obligue a ser un poco decentes, respetuosos, es decir, si son empresarios o políticos que ganen un poco, pero de ninguna manera pueden seguir saqueando al pueblo como lo han hecho siempre. ¿Acaso no es explotación, opresión, mentada de madre, que el salario mínimo del trabajador sea de 2,520 pesos al mes y el de los altos funcionarios de 500 mil pesos mensuales, más prestaciones? Una tarea importante sería bajar radicalmente los salarios de los altos funcionarios, así como las grandes ganancias empresariales.

3. Monreal debe quedarse en Morena a construir un nuevo proyecto político y económico. Nadie en Morena debe permitir que se salga del partido porque es un candidato sucesor del lopezobradorismo. Noroña es otro personaje muy valioso dispuesto a trabajar con mucha libertad, aunque subordinado a las discusiones y los acuerdos. Seguramente Álvarez Icaza, junto con un equipo, estaría dispuesto a comprender la estructura actual de Morena y las posibilidades de cambio a partir de nuevas situaciones que se presenten. Bejarano y Padierna lo único que necesitan es un espacio y la libertad donde pudieran continuar con su línea política sin que pudiera interferir con el lopezobradorismo.

4. Los “chuchos”, Ortega, Zambrano, Acosta, Graco, Navarrete y los otros 10 del grupito (Barrales, García) que encabeza el PRD, están derrumbándose recibiendo aire y apoyo de sus compinches del Pacto por México, PRI y PAN. ¿Cuántos millones de pesos del gobierno central y de los estados de la República están corriendo para evitar el desplome total del PRD que mucho podrían perjudicar los compromisos del Pacto? Es muy difícil la desaparición del PRD como partido aplaudidor de esa estructura de dominación. El Partido creado por Lombardo Toledano en 1948 (el PPS), aunque no representaba a más de 20 personas, vivió más de 25 años porque era muy útil al sistema; mucho peor aquel otro partido de los viejitos del ejército –el PARM que nació en 1954.

5. Morena o gana la Presidencia en 2018 y se transforma en un partido de “nuevo tipo”, al servicio de los trabajadores, o se convierte en otro partido burgués, oportunista y opresor, al estilo PRI, PAN, PRD. Por ello debe impedirse que gente valiosa se salga por cualquier pequeñez, pero también evitarse que ese tipo de cosas se repitan. Espero que entre uno dos años no estemos repitiendo la cantaleta que ahora repetimos con fuerza contra el PRD. Esperemos que Morena gane esta batalla con nuestro apoyo grande o pequeño; después veremos si valió la pena o debe reiniciarse la lucha para enterrarlo. Ni modo, entre protestas y manifestaciones se va la vida de los luchadores sociales que nunca aprendieron a ser y a hacer otra cosa.



Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

Morena, AMLO y la Critica


1. Por el intenso trabajo político de López Obrador realizado en 15 años, se ha convertido en inigualable. No hay político en México –de cualquier partido o corriente política- que haya hecho siquiera la décima parte de sus visitas a las 2,500 comunidades del país. Por ese hecho se piensa que el PRI y su mascota, el Verde ecologista, o el PAN y su mascota, el PRD, no podrán juntos ganarle al partido Morena. A 10 meses de las elecciones –después de mirar el desmedido crecimiento de Morena- se vislumbra que al fin López Obrador –con eso de que “la tercera es la vencida”, barrerá a todos los partidos y candidatos “independientes”.
2. El trabajo de AMLO no es una nota de encuestas sino algo que se sabe en todo el país: mientras los demás partidos y dirigentes se pasaron esos 15 años “rascándose la barriga” o realizando viajes de placer, López Obrador todos los días, semanas y meses, se dedicó a darle cinco vueltas a las comunidades o pueblos de la República con miras de ganar la Presidencia. Ahora no hay nadie que le pueda competir sin haber preparado alguna trampa. A mí me daría vergüenza ser candidato –sin haber hecho nada- frente a quien lleva 18 años en campaña; por ello se tiene mucha seguridad de que será el próximo presidente de México.

3. Pero ese trabajo político que nadie en la historia ha hecho en el país, no le da a López Obrador la infalibilidad, es decir, ser un político que no pueda cometer errores, él y las personas más cercanas de su círculo. Y es donde debe cuidarse mucho porque sus seguidores crecen a diario en número y observan sus movimientos. Yo recuerdo que cuando tenía 19 o 20 años e ingresaba a la izquierda socialista, me enojaba mucho las críticas que se hacían contra Fidel Castro o Che Guevara, contra Marx o Lenin; tuve que sacar mi ignorancia y tonterías de la cabeza para entender que no eran dioses infalibles sino seres humanos.

4. Odiaba, como hasta hoy, la explotación, la opresión, las desigualdades políticas, económicas y sociales, pero mi odio sólo era pasional contra empresarios y gobierno. Sólo más tarde comencé a comprender que la lucha por la revolución y el socialismo no era solo pasional, sino esencialmente racional que nos permita entender en qué mundo vivíamos y cómo teníamos que organizarnos para acabar con él y construir otro con la justicia que buscábamos. En los hechos no había dejado de ser religioso porque veía a luchadores sociales o ideólogos como dioses que defendía con pasión y a los críticos como enemigos. Nunca entendí entonces que debía ser lo contrario.

5. De pronto leyendo y pensando, viendo que era un simple repetidor y seguidor, comencé a ser crítico de algunas cosas, luego de más, hasta llegar a ser crítico de todo y no aceptar ninguna verdad establecida. Ahora defiendo a los izquierdistas, a los socialistas, a los anarquistas frente a los burgueses opresores; pienso en la grandeza de los revolucionarios, pero soy un profundo crítico de todas las revoluciones, incluso de las llamadas “socialistas”. Como dirían por ahí: “no dejo títere con cabeza”, sea Marx, Lenin, Fidel, el Che. Para mí los dioses murieron y a sus seguidores los respeto, sobre todo si son humildes, pero me dan un poquito de pena.



Blog del autor:  http://pedroecheverriav.wordpress.com

AMLO No soy Maduro Ni Donald Trump



Ciudad de México.- Andrés Manuel López Obrador aseguró ayer que así como en las elecciones de 2006 y 2012, PAN y PRD pactaron ‘‘apoyar de facto’’ al candidato con más posibilidades de ganar, en 2018 ‘‘van con la misma estrategia, pero aunque se junten y a pesar de la guerra sucia Morena ganará’’ la Presidencia y convocará ‘‘a acordar la paz y parar la irracional violencia’’ en el país.

‘‘Quieren espantar y meter miedo. Es una desgracia escuchar a (Enrique) Peña decir que si Morena gana, México será como Venezuela. Me da pena ajena. Es un vulgar calumniador, no tiene ninguna prueba de lo que insinúa. No soy (Nicolás) Maduro ni (Donald) Trump. El próximo comandante supremo de las fuerzas armadas no dará la orden de masacres o que se reprima al pueblo’’, expuso.

Ayer, en el Monumento a la Revolución, en el contexto de la firma del Acuerdo de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México, el dirigente de Morena también dedicó tiempo al final de su discurso de 40 minutos para abordar, sin mencionarlo, el diferendo con Ricardo Monreal, quien no se presentó al acto.

Cuatro días después de que el delegado de Cuauhtémoc desconoció la encuesta del partido, que favoreció a Claudia Sheinbaum, y pidió una nueva encuesta para elegir al candidato a jefe de Gobierno de Ciudad de México, López Obrador sostuvo que el movimiento ‘‘es para la transformación de México, ese es el objetivo superior’’, y ‘‘no los cargos, el ‘quítate tú para que me ponga yo’, no es la ambición’’.

Porque, añadió, ‘‘se confunden las cosas y se piensa que lo más importante son los cargos y brota la ambición y la calentura, sobre todo si se va a ser candidato’’ a algún puesto.

Ejemplificó que si la candidatura es para diputado o senador plurinominal, ‘‘se alborota más la gente. Eso no sirve, en estos tiempos ya no. Los cargos son un medio, no un fin’’.

Durante los últimos seis minutos de su mensaje dijo que los dirigentes de Morena no pueden dejar pasar la oportunidad de dirigir un movimiento de transformación. ‘‘Esto es la historia, hay que hacer historia, no ocupar un cargo. Si se triunfa habrá muchas oportunidades. No todo son candidaturas’’.

Enseguida preguntó: ‘‘¿Qué, si se gana, no va a haber un director de Petróleos Mexicanos? ¿Un director de la Comisión Federal de Electricidad? ¿Un secretario de Educación? ¿Un responsable de garantizar la salud del pueblo? ¿O es que sólo son los cargos, ser diputado o senador u otro?’’

Lo relevante, agregó, es lograr la transformación del país y la herencia que se dejará a hijos y nietos. ‘‘Decirles: ‘dominaba una mafia del poder, hasta que nos organizamos y movilizamos y el 1º de julio de 2018 comenzó la transformación de México’. Eso es lo más importante’’.

Luego preguntó a las miles de personas que se congregaron en la plaza, algunas decenas incluso desde el observatorio del Monumento: ‘‘¿O ustedes están aquí porque quieren cargo?’’ La respuesta fue: ‘‘¡Nooooooo!’’ y López Obrador completó: ‘‘Porque quieren un cambio de verdad. Luchamos por la nación’’.

Consideró que a 10 meses de las elecciones, Morena está ‘‘en condiciones inmejorables’’ para ganar la Presidencia de la república, “porque la gente está harta de la corrupción y del engaño’’.

Sostuvo que PRI y PAN ‘‘han engañado durante años con la llamada ‘alternancia’, haciendo creer que son distintos, cuando están al servicio de la mafia y si a ésta se le cae un partido, levantan a otro. ¿O hay diferencia entre (Carlos) Salinas, el jefe de la mafia, y (Vicente) Fox, formalmente militantes de PRI y PAN? ¿O entre Peña y (Felipe) Calderón?’’

Ambos partidos, indicó, buscan reditar la misma estrategia de las dos elecciones presidenciales recientes. ‘‘Van a palomear a sus candidatos para ver cuál de los dos levanta y antes de las elecciones harán a un lado al que se quede atrás, como con Roberto Madrazo en 2006 y (Josefina) Vázquez Mota en 2012’’.

Alertó que la nueva guerra sucia, de la que ofreció dar datos posteriormente, busca ‘‘meter miedo’’ de que Morena es antirreligioso, está contra los empresarios y las fuerzas armadas. Eso es falso. Respetamos las instituciones’’.